Sobre el Sobre-techo de chapa
Sin lugar a dudas, el techo de chapas es el más liviano, y
mas confiable de los distintos tipos de techos, además de presentar bajos
costos y tiempos de instalación, de materiales constitutivos y de
mantenimiento. Las contras vienen dadas por la estética y la fuerte aislación
que luego es necesario realizar por debajo del mismo, pero en general un techo
de chapas puede pasar años sin requerir
mantenimiento, y la estética ahora ha sido perfeccionada con chapas simil teja,
colores, etc., pero los costos de este tipo de chapas es muy elevado y hay que
analizar muy bien la decisión. Las zonas conflictivas de los techos de chapas son
comúnmente las sujeciones, tornillos tipo “ancla” que se toman al
perfil C o bien, pueden ser tornillos tradicionales para los techos armados
sobre madera.
Recientemente me
embarqué en el reciclado (parcial) de una casa de estilo neoclásico, construida en el año
1935 con techos de losa y de chapa ondulada. Comienzo con el techo, que conformaba un foco de ingreso de
humedad, y si bien tenía chapas de gran espesor, tirantes de pinotea y clavadores en buen estado, presentaba oxidación, fisuras en revoques y cargas de apoyo, asi como humedades y goteras cuya causa
quedaba escondida bajo la membrana, estando este material por sobre encima de las cargas de las paredes
y por sobre la chapa.
La membrana sobre chapas onduladas no pega bien, y en caso
de hacerlo, cualquier tipo de colisión con la misma es mucho mas nociva que si
esta plana, por las fuerzas de tracción a la que se ve sometida. Es decir, con
membrana sobre la chapa, si cae granizo, es muy probable se dañe la membrana aun
siendo nueva. Además, las filtraciones por bajo la membrana son comunes, y es casi imposible detectar por que lugar está ingresando el agua.
El equivalente al precio de la membrana colocada, que como
el mercado lo demanda bastante, es actualmente alto, lo utilicé para cubrir gran parte de una solución mucho más duradera y a mi entender de mucho mayor
valor, pero no mucho mayor costo. Se
trabajo de manera radical, retirando la membrana y demoliendo los revoques de las cargas, y paredes expuestas a la
intemperie. Allí me percaté que bajo la
membrana las paredes se encontraban húmedas, aliviándome por haber tomado esa decisión.
Como primer paso y con las paredes unos días ventilando, se
instalaron nuevos tirantes metálicos C (livianos)
de 10 cm de alto y 2mm de espesor, pintados con convertidor de oxido, apoyados
a lo largo de los antiguos clavadores, embutiendo en las cargas con las que
contaba la casa. Luego de eso, se atornillaron las chapas de tipo CINC ALUM
C25, con tornillos espiralados con sello hidrófugo, se levantaron dos hiladas
las cargas para que apoyen sobre las nuevas chapas (a la antigua) y se ventiló
con dos rejillas opuestas en INOX de 10 x 10 con malla antibicho, el nuevo
entretecho formado (por condensación interna).
Con esta solución que no retira las chapas viejas, se evita mano la mano de obra y disposición de las mismas, y el techo se refuerza en su aislación térmica. La solución del sobre-techo es muy ventajosa, pero es
importante muestrear y asegurarse respecto a la integridad de la estructura anterior. Es crucial y ademas dejar VENTILADO el espacio formado entre chapa vieja y nueva,
ya que la respiración producida por el cielo raso, casi no trabaja con la segunda
cubierta de chapa sino con la primera, y las condensaciones deben ser
evaporadas por otras vías (rejillas).
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