martes, 23 de julio de 2013

Ingeniería Industrial y los principios de la eficiencia


Ingeniería Industrial: Según el IIE (Institute of Industrial Engineers) la ingeniería industrial trata sobre el diseño, el mejoramiento e instalación de sistemas integrados de hombres, materiales y equipos. Requiere de conocimientos especializados y habilidades en las ciencias matemáticas, físicas y sociales, junto con los principios y métodos de análisis y diseño de ingeniería, para especificar, predecir y evaluar el resultado que se obtenga de dichos sistemas.
 
La ingeniería industrial es una herramienta que nos prepara para articular de manera eficiente los recursos de sustento a operaciones de fabricación de productos y/o servicios de índole “discreta”, con utilidad preponderante para las condiciones de la industria manufacturera.


The Twelve Principles of Efficiency (Emerson Harrington, 1911), presentaba las bases para obtener operaciones eficientes. Son 12 principios que de alguna forma fueron paralelos a las enseñanzas de Frederick Winslow Taylor, los que actualmente siguen siendo aplicables y los que intentaré explicar sintéticamente:
  1. Ideales definidos claramente. Uno debe saber muy bien hacia donde se dirige y debe elegir pensando el mejor camino, porque cada paso errado insume valiosos recursos desperdiciados.
  2. Sentido común. En mi opinión, el padre del resto de los principios, consiste en mantener un nivel elevado de “awareness” o percepción de la realidad, asignándole un ponderado sentido y peso a las personas, objetos y situaciones, juzgando razonablemente en consecuencia.
  3. Asesoría competente. Si no sabemos resolver una situación, tendremos que saber a quién preguntar o donde buscar para lograr el objetivo que es lo importante.
  4. Disciplina. Constituye la coordinación de actitudes en cuanto al trabajo, logrando así un campo fértil para cumplir en tiempo y forma, así como para el desarrollar mayores destrezas.
  5. Trato justo. Propicia un ámbito de trabajo armonioso, equitativo y que inspira confianza, generando sentido de pertenencia, lo que sin duda desemboca en mayor creatividad y productividad. De todas formas, los resultados varían sensiblemente de acuerdo a la cultura social prevaleciente.
  6. Registros confiables, inmediatos y adecuados. Simpleza y contundencia así como revisión periódica de los registros, son la base de las actuales normas de calidad.
  7. Distribución de las órdenes de trabajo. La delegación de actividades en los recursos más preparados para llevarlas a cabo, logra una mejor calidad de resultados y evita los cuellos de botella.
  8. Estándares y programas. Estipulando estándares y metas a alcanzar, así como instaurando programas que permitan cumplirlos en forma ordenada, se logra focalizar y aprovechar en mejor medida los recursos a lo largo del tiempo.
  9. Condiciones estandarizadas. El ámbito de trabajo y las actividades deben estar bajo condiciones estándar. Las unidades de trabajo deben conservar un lineamiento común de fondo mientras sea posible y aplicable, en cuanto a requerimientos, condiciones visuales, ergonómicas, temporales, de privilegios, de comodidad, etc. lo que contribuye a reforzar los resultados del anterior principio de “trato justo”.
  10. Operaciones estándar. Las actividades deben encontrarse formalizadas y debidamente estipuladas, siendo antes planificadas de manera eficiente, y sometiéndolas regularmente a revisiones, editándolas de acuerdo a las últimas necesidades.
  11. Instrucción de la práctica estándar por escrito. Práctica de sustento al punto anterior, en conjunto tienen como objetivo desligar las operaciones de las personas y facilitar el aprendizaje así como la agilidad de respuesta ante el cambio de la organización.
  12. Recompensa a la eficiencia. Contribuye a aumentar la calidad del trabajo y la responsabilidad de las personas.

martes, 9 de julio de 2013

La cubierta de tejas españolas



 Desde pequeño subía a explorar el techo colonial de mi casa, siguiendo los consejos de mi padre: es necesario no caminar  si no es en 4 apoyos, tratando de repartir en todo momento el peso. Ahora, realicé una ampliación de casa, y un mantenimiento general de lo existente, y elegí teja española aunque tuve que encargar 4 pallets porque no se venden mucho actualmente.


Si bien en los 90´s en Argentina se pusieron de moda las tejas francesas, mayormente de tipo “esmaltadas”, considero que estas tejas no son óptimas para climas subtropicales o tropicales. Justamente su forma plana propicia un mejor escurrimiento de la nieve o lluvia, así como su esmalte proporciona una protección extra frente a la humedad de las acumulaciones que permanecen sobre el techo, pero hace lo hace menos respirable frente a climas húmedos. Además exhiben un menor volumen de aire “aislante” entre las tejas y la estructura de madera así como un mayor costo por unidad en caso de roturas, y el requerimiento de piezas especiales (encuentro, cumbrera, sombrerete, frontón, tejas de respiración, etc). En la actualidad, se está difundiendo el uso de las llamadas tejas “romanas” y “portuguesas”, que con un acabado similar al de la teja española, y una forma de solape similar al de la teja francesa (de costado) facilitan la colocación y están a mitad de camino entre ambas, pero yo aposté a la teja española. El esquemita ayuda, pero cada techo tiene sus medidas únicas:
 


Por su lado, las tejas coloniales poseen el menor costo por unidad pero requieren más madera de estructura  doblando aproximadamente el costo del listonado de las otras tejas, ya que la teja cobija apoya sobre un listón“caballete” de 1´x 3´ o 3.5´ según la curvatura de la misma, mientras que en el resto de los sistemas de tejas este listón no existe. El resto es similar a otros sistemas, con listones aireadores, escurridores y clavadores. La tirantería que utilicé fue de Anchico una madera dura misionera en 3´x´6 para tirantes y 4´x8´ (a pedido) para la impresionante cumbrera de más de 110Kg que instalamos a 5 metros de altura:
 
 La colocación esta teja es más costosa también porque son aprox. 26-28 tejas por m2, y cada techo comienza cortando una unidad a la medida que es función de la pendiente, teniendo que propagar estas proporciones únicas a todos los clavadores, para que las tejas calcen sin tensiones, lo que hace que la mano de obra deba ser altamente especializada. De todas formas, luego de sortear estos desafíos técnicos uno obtiene una cubierta robusta y confiable, fácil de reparar, ya que no hay accesorios y existe solo teja “cobija” y teja “canal”, y en los aleros, la muy agradable a la vista teja “volcada”:
 Si el perímetro está asegurado,  la forma de solaparse de este tipo de tejas permite que el techo sea más autónomo, y se desempeñe normalmente hasta con un 50% de tejas sueltas, mientras que con las otras tejas, esto es casi imposible y generalmente hay que reparar de inmediato. Las pendientes recomendadas arrancan en un 35% (bajan 35 cm cada un metro) para disminuir el tiempo de permanencia del agua sobre el techo, aunque en mi caso las tengo a un 27,5% y funcionan correctamente desde hace 60 años, sin membrana hidrofuga, y en vez de machimbre, se usaban largas losetas para pegar las tejas, siendo fabricadas en obra, las que pisan sobre los tirantes de madera. Con un mantenimiento de pintura en las cargas, y limpieza la cubierta embelleció aún después de tantos años:




Existen varios tipos de teja colonial: envejecida,  coloreada, etc. pero la diferencia técnica está entre las fabricadas por extrusión y las prensadas, siendo estás últimas dimensionalmente más homogéneas y más resistentes al peso y granizo, aunque su mayor porosidad las hace más susceptibles a acumular rápidamente hongos y suciedad. Utilicé coloniales tradicionales pero "prensadas" para armar el techo a diferencia del resto de la casa, lo que le da una mayor coherencia dimensional pero casi no se nota la diferencia:

 El mantenimiento de este tipo de techos, se realiza principalmente cambiando las tejas rotas, ya sea pegándolas en sus bordes con mezcla (cemento de albañilería “pobre”) o sujetadas con clavos de cobre a los listones de Guayca. En techos nuevos, hay que tener en cuenta el tratamiento de la madera y del machimbre, lo que se hace pulverizando con impregnante antibicho sobre las superficies. El lado oculto del machimbre puede pintarse con pintura asfáltica para mayor protección ante la humedad. Un mantenimiento que suelo hacer sobre la cubierta de tejas es cuidadósamente con la hidrolavadora sacar las hojas y hongos de la superficie y trabajar con silicona o sellador las cumbreras que presenten fisuras, pero bajo ningún punto de vista es recomendable PINTAR EL TECHO ya que pierde respiración y luego "descascara". Es importante mencionar que el sistema estructural de madera y cielo raso suspendido, dura más con rejillas de ventilación (siempre cruzadas), protegiéndolas con  tela mosquitera para evitar el ingreso de bichos: